viernes, 23 de diciembre de 2016

Miedo

Tengo miedo. Un miedo que no puedo controlar. Un miedo que aun sabiendo que no puede ocurrir, no puedo apartarlo de mi cabeza. Es un miedo irracional e incontrolable pero que ahí está.

Tengo miedo a que se me vayan borrando los recuerdos de Mireia. Tengo miedo a que esos doce años en los que Mireia fue todo para mi, era mi yo y yo era ella, mi razón de vivir, se vayan quedando atrás para dar paso a las nuevas vivencias y nuevos recuerdos que estoy teniendo en esta nueva vida que yo no quise. Tengo miedo y esto me acojona. Miedo a que el “puto bicho” además de matar a Mireia, de arrebatarme a lo que más quiero, también me quite su pensamiento. Miedo a que algún día no pueda acordarme de su risa, de los besos que me daba, de su voz, de sus rabietas, de sus lloros, de sus te quiero, de las vacaciones, de dormir con ella, de comer, de hacer los deberes o preguntar por las notas...miedo a perder todo eso. La he perdido de una forma física y tengo miedo, mucho miedo, a que se borre de mi cabeza y perderla del todo. 

Soy consciente que esto no puede pasar. ¡¡¡Imposible!!! Soy consciente que no puede ocurrir porque lo vivido con Mireia es muy fuerte. El amor que tengo por mi hija es fuerte, duro, irrompible e imposible de poder olvidarlo. Pero ese miedo está presente desde hace un tiempo. Mireia no está solo en mi cabeza y recuerdos sino que también está en mi corazón, sentimientos y en todo, o casi todo, lo que hago o dejo de hacer. Mireia sigue aquí conmigo. Me ayuda. Me da fuerzas. Pero tengo miedo. Lo sé pero tengo miedo.

Pasará este miedo. Seguro que pasará.

#MireiaTeQuiero