26 de noviembre 2015. Dos meses de aquel maldito día de septiembre en el que el puto bicho la mató. Mireia no se fue por su voluntad. No quería irse. No queríamos que se fuera. No!!!!!!! Nunca!!!
Dos meses muy largos, más que los doce años en que estuvo conmigo, con nosotros.
Dos meses muy duros, llenos de dolor, de tristeza, de llanto, de corazón roto y de recuerdos.
Dos meses de dolorosa ausencia. Dos meses en el que no hay un largo segundo en el que no me acuerdo de Mireia. Ni un solo segundo. Vaya donde vaya, haga lo que haga, ahí estuvo conmigo. Siempre conmigo. El centro de mi vida. El porqué de mi.
Dos meses vagando por una vida en la que el único sentido que encuentro es por toda la gente que me quiere y me ayuda a llevar lo mejor posible esta agonía, este inmenso dolor. A todos vosotros, familia, amigos, conocidos, compañeros, trabajo, clientes, Ciudadanos, padel, gimnasio, facebook, twitter google +, lectores del blog...GRACIAS por quererme, por ayudarme, y sobre todo, por querer y recordar con mucho cariño y amor a mi hija Mireia. Nunca me cansaré de daros las gracias.

Mireia, cariño, sigue sonriendo y haciéndonos felices allá donde estés.
#MireiaTeQuiero
No hay comentarios:
Publicar un comentario