miércoles, 25 de septiembre de 2019

Diario de 13 días (parte 13)

25 de septiembre del 2015


Tal y como están las cosas las "mamis del café" vuelven a tomar el cafelito de todas las mañanas con nosotros. Es de agradecer su apoyo incondicional.

Sobre las 12 horas recibo una llamada al móvil. Parece que han encontrado al puto bicho. Podemos tener algo de esperanza a que Mireia salga de esta pesadilla. Vamos corriendo al Hospital Infantil para que nos confirmen la noticia que me dan. De nuevo nos meten en la salita de ayer. Nos dicen que en microbiología han encontrado al bicho que está haciendo esto a Mireia. Es un tipo de meningitis muy rara y que solo pasa en unos casos muy especiales, en torno al 0´1% de los casos de meningitis. El puto bicho es el de la meningitis de la tuberculosis. ¿Cómo es posible si le hicieron dos pruebas de la tuberculosis y salieron negativas? ¿Cómo es posible que desde ya hace un par de días la están tratando con medicamentos para luchar contra ella? ¿Cómo es posible este puto bicho? ¿Esta maldad? No tengo respuestas porque los médicos tampoco las tienen. Vuelven a pedirnos perdón. No hace falta porque, repito, sé que estáis haciendo todo lo posible y más.

Pasamos todo el día en la UCI. No queremos irnos porque aunque sabemos ya lo que tiene y como atacarlo, Mireia sigue muy grave, quizás peor que ayer. Ya no queremos dejarla para nada. Aunque nos separen unas paredes tengo la necesidad de estar ahí. No me voy. No quiero irme. No me importa nada. 
No estamos solos porque las mamis del café siguen ahí, con Merche y conmigo, y por supuesto con Mireia. Se marchan a la hora de comer para estar con su familia. Por la tarde volverán a subir y María José trae un pan que está delicioso. Es lo que comemos y cenamos.

Estamos en la salita de espera y van llegando familia y amigos para arroparnos en este día duro. Una espera larga, tensa, dura, de nervios, silenciosa a veces… Es una tarde de mucha preocupación porque Mireia no mejora nada, al contrario cada vez va a peor y el cerebro lo tiene muy dañado. El puto bicho está machacando al cerebro de Mireia.

El puto bicho está jugando con el equipo médico. Se “esconde” para no ser detectado, y hasta hoy lo ha conseguido. “Juega” con Mireia haciéndole pasar cada día por síntomas raros. Es fuerte y resistente a las medicinas. Y a Merche y a mi no está matando en vida. ¡PUTO BICHO!
El resto de la noche hasta el 26 de septiembre del 2015 a las 14,30 horas lo podéis leer en la entrada “Aquella trágica madrugada” (si pinchas aquí la puedes leer).

A las 14,30 horas se certifica la muerte de mi hija. Mireia ha muerto.  
Fin.

#MireiaTeQuiero

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