Tal y
como están las cosas las "mamis del café" vuelven a tomar el cafelito de todas las
mañanas con nosotros. Es de agradecer su apoyo incondicional.
Sobre
las 12 horas recibo una llamada al móvil. Parece que
han encontrado al puto bicho. Podemos tener algo de esperanza a que Mireia salga de
esta pesadilla. Vamos corriendo al Hospital Infantil para que nos confirmen la noticia que me dan. De nuevo nos meten
en la salita de ayer. Nos dicen que en microbiología han encontrado al bicho
que está haciendo esto a Mireia. Es un tipo de meningitis muy rara y que solo
pasa en unos casos muy especiales, en torno al 0´1% de los casos de meningitis.
El puto bicho es el de la meningitis de la tuberculosis. ¿Cómo es posible si le
hicieron dos pruebas de la tuberculosis y salieron negativas? ¿Cómo es posible
que desde ya hace un par de días la están tratando con medicamentos para luchar
contra ella? ¿Cómo es posible este puto bicho? ¿Esta maldad? No tengo
respuestas porque los médicos tampoco las tienen. Vuelven a pedirnos perdón. No
hace falta porque, repito, sé que estáis haciendo todo lo posible y más.
Pasamos
todo el día en la UCI. No queremos irnos porque aunque sabemos ya lo que tiene
y como atacarlo, Mireia sigue muy grave, quizás peor que ayer. Ya no queremos
dejarla para nada. Aunque nos separen unas paredes tengo la necesidad de estar ahí.
No me voy. No quiero irme. No me importa nada.
No estamos solos porque las
mamis del café siguen ahí, con Merche y conmigo, y por supuesto con Mireia. Se
marchan a la hora de comer para estar con su familia. Por la tarde volverán a
subir y María José trae un pan que está delicioso. Es lo que comemos y cenamos.
Estamos
en la salita de espera y van llegando familia y amigos para arroparnos en este día duro. Una espera larga, tensa, dura, de nervios, silenciosa a
veces… Es una tarde de mucha preocupación porque Mireia no mejora nada, al
contrario cada vez va a peor y el cerebro lo tiene muy dañado. El puto bicho
está machacando al cerebro de Mireia.
El puto
bicho está jugando con el equipo médico. Se “esconde” para no ser detectado, y
hasta hoy lo ha conseguido. “Juega” con Mireia haciéndole pasar cada día por síntomas
raros. Es fuerte y resistente a las medicinas. Y a Merche y a mi no está matando en vida. ¡PUTO BICHO!
El resto
de la noche hasta el 26 de septiembre del 2015 a las 14,30 horas lo podéis leer
en la entrada “Aquella trágica madrugada” (si pinchas aquí la puedes leer).
A las
14,30 horas se certifica la muerte de mi hija. Mireia ha muerto.
Fin.
#MireiaTeQuiero
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