15 de
septiembre 2015
Mireia
no ha pasado buena noche. A veces se ha levantado con dolores de cabeza.
A las 13
horas, más menos, han pasado los doctores para hacer las pruebas a Mireia. De nuevo las pruebas de meningitis.
Nada. Come poco por no decir nada. Seguimos preocupados porque no sabemos qué
le pasa a nuestra hija y el porqué de esos dolores de cabeza.
Es la
hora de la merienda y la enfermera le trae un yogurt. Mireia está tumbada en la
cama medio dormida. Lleva ya un rato así.
- - No me gusta como veo a Mireia. Voy a llamar al pediatra de urgencias. Nos
dice la enfermera.
Al poco
sube un neuropediatra y nada más verla decide que Mireia se quede sola en la habitación.
Cambia de habitación a su compañera. Y manda hacer una punción lumbar de
urgencia. Sospecha que es meningitis. Ya tiene rigidez en el cuello. En efecto,
los resultados dan positivo. Mireia tiene meningitis. Traslado rápido a la zona
de infecciosos
La intranquilidad
que teníamos por no saber que le pasaba, se convierte en miedo, preocupación,
temor. ¡Joder que es meningitis!
Cómo es
posible que en cuatro horas el puto bicho se haya hecho tan fuerte. El puto
bicho en cuatro horas no daba síntomas y ahora está atacando de forma brutal.
¿Qué pasa? Ahora falta saber qué tipo de meningitis es.
A
medida que pasan los minutos, Mireia está cada vez peor. El primer síntoma raro
(así lo llamo yo) es gritar. Un grito desgarrador que parece que le estén
arrebatando el alma. Un “ay” de dolor que desgarra. Duele. No para de gritar “Ayyyyy,
me duele”. Merche y yo tratamos de calmarla. Es imposible. Mireia está ida. No
es que no nos haga caso, es que no puede. El puto bicho no la deja.
Duele mucho
ver a tu hija sufrir. ¿Por qué no me pasa a mí? Mireia te quiero.
Toda la
tarde así. Las visitas se asustan. Mi madre se va muy preocupada. Normal. No
quería que viniera para que no la viera de esta manera, pero una yaya es una
yaya. Tximo y la tía Bárbara también están muy preocupados.
Y llega
la noche. Por supuesto no cena. Decidimos quedarnos Merche y yo con nuestra
hija. Esos síntomas raros no paran y cada vez algo nuevo.
Continuará
#MireiaTeQuiero
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